jueves, 4 de febrero de 2016

La W.W.W o La World Wide Web

 
 
 
         
        W.W.W son las iniciales que identifican a la expresión inglesa World Wide Web, el sistema de documentos de hipertexto que se encuentran enlazados entre sí y a los que se accede por medio de Internet. A través de un software conocido como navegador, los usuarios pueden visualizar diversos sitios web (los cuales contienen texto, imágenes, videos y otros contenidos multimedia) y navegar a través de ellos mediante los hipervínculos.

 
          
 
 
 

De esta manera, podríamos decir, utilizando una comparación con el sector de las comunicaciones telefónicas, que W.W.W es el “prefijo” que tiene todo portal que se encuentre en la mencionada Red al que queremos acceder.

Gracias precisamente a Internet, al uso de la W.W.W y, por consiguiente, a las diversas páginas web que aquellas presentan los ciudadanos de todo el mundo tenemos la posibilidad de acceder a un sinfín de espacios donde podemos encontrar la información sobre un aspecto que estamos buscando, donde tenemos la oportunidad de entretenernos visualizando imágenes interesantes o incluso donde podemos comunicarnos con personas de cualquier rincón de la geografía de nuestro planeta.
 
         En este sentido, y partiendo de los ejemplos expuestos, podemos subrayar que algunas de las web que más afluencia de usuarios tienen en todo el mundo son el buscador Google, el portal de vídeos Youtube o redes sociales como Facebook.
 
     Merece destacarse que por todo ello Internet y el mundo www se ha convertido en la auténtica revolución e innovación del siglo XX y en eje indiscutible del siglo actual. Y es que ha logrado originar un cambio absoluto no sólo en el ámbito tecnológico sino también social.
 
     De esta manera, sociólogos expertos han subrayado como aquellos han modificado en parte la comunicación entre los seres humanos. Y es que no sólo es que muchas personas apuesten por la Red para poder tener conversaciones con sus amigos o familiares sino que también un elevado número de ellas utilizan lo mismo para conocer a nuevos amigos o relaciones, para recuperar el contacto con gente o incluso para establecer relaciones laborales.
 
        La WWW, según se advierte al repasar los orígenes de esta sigla, fue desarrollada a inicios de la década del ’90 por un hombre de origen inglés llamado Tim Berners-Lee, quien contó con la colaboración de Robert Cailliau, un belga que trabajaba con él en Ginebra (Suiza). De todas formas, sus antecedentes se remontan a los años ’40. Hay que destacar que Berners-Lee y Cailliau han sido claves para la creación de diversos estándares relacionados al universo web, como ocurrió con los lenguajes de marcado que hacen posible la creación de páginas.
 
     El funcionamiento de la WWW se da por iniciado cuando un usuario ingresa una dirección (URL) en su navegador o cuando sigue un enlace de hipertexto incluido en una página. El navegador entonces impulsa una serie de comunicaciones para obtener los datos de la página solicitada y, de esta forma, visualizarla.
 
    El primer paso consiste en transformar el nombre del servidor de la URL en una dirección IP, utilizando la base de datos conocida como DNS. La dirección IP permite contactar al servidor web y hacer la transferencia de los paquetes de datos.
Luego se envía una solicitud HTTP al servidor a fin de lograr acceder al recurso. Primero se pide el texto HTML y después se produce el análisis por parte del navegador, que realiza otras peticiones reservadas a los gráficos y al resto de los archivos que formen parte de la página.

     De esta manera, podríamos decir, utilizando una comparación con el sector de las comunicaciones telefónicas, que www es el “prefijo” que tiene todo portal que se encuentre en la mencionada Red al que queremos accede.
 
      Gracias precisamente a Internet, al uso de la www y, por consiguiente, a las diversas páginas web que aquellas presentan los ciudadanos de todo el mundo tenemos la posibilidad de acceder a un sinfín de espacios donde podemos encontrar la información sobre un aspecto que estamos buscando, donde tenemos la oportunidad de entretenernos visualizando imágenes interesantes o incluso donde podemos comunicarnos con personas de cualquier rincón de la geografía de nuestro planeta.
En este sentido, y partiendo de los ejemplos expuestos, podemos subrayar que algunas de las web que más afluencia de usuarios tienen en todo el mundo son el buscador Google, el portal de vídeos Youtube o redes sociales como Facebook.
 
     Merece destacarse que por todo ello Internet y el mundo www se ha convertido en la auténtica revolución e innovación del siglo XX y en eje indiscutible del siglo actual. Y es que ha logrado originar un cambio absoluto no sólo en el ámbito tecnológico sino también social.
 
           De esta manera, sociólogos expertos han subrayado como aquellos han modificado en parte la comunicación entre los seres humanos. Y es que no sólo es que muchas personas apuesten por la Red para poder tener conversaciones con sus amigos o familiares sino que también un elevado número de ellas utilizan lo mismo para conocer a nuevos amigos o relaciones, para recuperar el contacto con gente o incluso para establecer relaciones laborales.
 
   La WWW, según se advierte al repasar los orígenes de esta sigla, fue desarrollada a inicios de la década del ’90 por un hombre de origen inglés llamado Tim Berners-Lee, quien contó con la colaboración de Robert Cailliau, un belga que trabajaba con él en Ginebra (Suiza). De todas formas, sus antecedentes se remontan a los años ’40. Hay que destacar que Berners-Lee y Cailliau han sido claves para la creación de diversos estándares relacionados al universo web, como ocurrió con los lenguajes de marcado que hacen posible la creación de páginas.
 
   El funcionamiento de la WWW se da por iniciado cuando un usuario ingresa una dirección (URL) en su navegador o cuando sigue un enlace de hipertexto incluido en una página. El navegador entonces impulsa una serie de comunicación para obtener los datos de la página solicitada y, de esta forma, visualizarla.
 
        El primer paso consiste en transformar el nombre del servidor de la URL en una dirección IP, utilizando la base de datos conocida como D.N.S. La dirección IP permite contactar al servidor web y hacer la transferencia de los paquetes de datos. Luego se envía una solicitud HTTP al servidor a fin de lograr acceder al recurso. Primero se pide el texto HTLM y después se produce el análisis por parte del navegador, que realiza otras peticiones reservadas a los gráficos y al resto de los archivos que formen parte de la página.

 


 

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